Díganme si no soy la más lenteja del planeta...

Hace meses que me muero por estar aquí y de escribir como antes. Siempre digo que regreso pero nunca tengo el tiempo, por lo menos no para sentarme en la portátil. Y es que las distancias en Lima son tan grandes que para hacer dos o tres cosas sin carro es todo un lío. Como dije en algún momento, (o creo que lo dije) siempre me quedo con los post mentales y cuando llego a casa las ganas de escribí se fueron. Es que esto para mi es terapéutico, el poder decir las cosas en el momento en que lo siento es lo más rico.

En fin, para no hacer larga la cosa, yo recién me entero que puedo hacer mis post desde mi móvil! No les digo que soy de lo más lenteja. He estado tan metida en otras cosas que jamás se me paso por la cabeza que había una aplicación para esto.

Bueno y ya que estoy conectada de nuevo les cuento que después de muchos intentos, fallidos por supuesto, logre eliminar algo del peso que he ido acumulando durante los últimos años, es que para mi el comer es un placer! Pero ni modo cuando tu cuerpo, sobre todo los tobillos, comienzan a pedir a gritos ayuda es hora de escucharlos.

No seré la misma flacuchenta del colegio pero por algo se empieza.